“El Mobile ha superado el susto de la crisis política”

Entrevista

El nuevo director de la fundación Mobile World Capital, Carlos Grau, confía en que esta edición sirva para retener el congreso

La próxima edición del Mobile World Congress en poco más de un mes se presenta como una prueba de fuego para Barcelona. La ciudad quiere demostrar a los organizadores que no hay lugar mejor que la capital catalana para el congreso. Uno de los máximos responsables de defender el proyecto es Carlos Grau, director de la fundación Mobile World Capital desde el pasado mes de noviembre.

Viene de la empresa privada. ¿Le costó aceptar el reto de ponerse al frente de la fundación?

Es un proyecto de país para Barcelona, Catalunya y España. Y soy un patriota que quiere contribuir a hacerlo grande en temas que tengan un impacto en las personas. Desde aquí podemos hacer grandes cosas.

El toque de atención de los organizadores del Mobile sugiriendo su marcha de Barcelona ha generado inquietud. ¿Sienten una presión especial?

La crisis política provocó un susto, pero se ha reconducido. Fueron unos días concretos, la realidad del día a día demuestra que se ha recuperado la normalidad. Las ferias recientes que hemos tenido han conseguido muy buenos resultados.

En el patronato de la fundación Mobile World Capital están representados el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento. ¿Cómo es la convivencia?

Estoy viendo una complicidad y un trabajo conjunto espectaculares. La secretaría de Estado está demostrando una implicación especial, y el Ayuntamiento también le ha dado un impulso al poner como comisionado de Innovación a Lluís Gómez, que lideró la expansión del salón Smart City Expo a escala internacional. Y ahí están los tres operadores de telecomunicaciones, que trabajan juntos. Eso es un lujo.

Cuesta creer que sea una especie de oasis ajeno a la situación política actual.

Es increíble, pero son conscientes de la importancia del impacto del Mobile. No son sólo los más de 400 millones de euros que genera durante la semana del congreso, es la oportunidad de la capitalidad y los miles de puestos de trabajo que se pueden conseguir. Cuando están sentados en el patronato ponen los objetivos comunes por delante de sus discrepancias políticas, luego salen y se pueden decir de todo, pero dentro de nuestras oficinas los ves cogidos de la mano.

El Ayuntamiento dice que trabaja para que el Mobile de este año sea el mejor de la historia. ¿Qué papel le corresponde a la fundación que usted dirige?

Tenemos que hacer el mejor 4 ­Years From Now (4YFN) de la historia, es responsabilidad íntegramente nuestra. Esperamos a más de 19.000 visitantes, 650 startups de todo el mundo y más de 700 inversores. Y conseguir que esté más unido al congreso, con directivos de corporaciones en el 4YFN y los emprendedores en el Mobile.

Está claro que de puertas adentro lo pueden controlar, pero lo que pase fuera es totalmente imprevisible.

Tenemos que intentar que la semana del congreso y la de antes funcione todo en la ciudad: la seguridad, el transporte... y otro factor importante, que continuemos siendo acogedores como lo hemos sido siempre. Muchos se sienten en Barcelona como en casa. Hemos creado algo intangible, una vinculación emocional con la ciudad.

Da la sensación de que Barcelona es únicamente la capital del teléfono móvil durante esos cuatro días de finales de febrero. Sus predecesores decían que querían extenderlo a todo el año, pero no acabaron de conseguirlo. ¿Usted también lo intentará?

El objetivo es dejar un legado más allá del congreso. Situémonos en el 2023, los cinco años que nos quedan de compromiso de la GSMA [la entidad organizadora del Mobile] con Barcelona. La buena suerte, como dice Fernando Trias de Bes, no existe. La suerte es para aquellos que crean el contexto para que pase. En el 2023 debemos poder mirar atrás y ver con orgullo cosas que han ayudado a la ciudad a posicionarse como lo que aspiramos a ser, un hub digital en Europa con influencia a escala internacional.

¿Si el móvil ha cambiado nuestras vidas, el Mobile ha cambiado Barcelona?

Sí, el congreso y la capitalidad del móvil. Creo que todavía no se valora suficiente. La gente cree que tenemos sólamente un congreso, y es verdad, pero también asumimos la responsabilidad de liderar la transformación tecnológica como capital de innovación. Mi principal ­objetivo en esta etapa es posicio-
nar Barcelona como líder inter­nacional digital en el campo de las tecnologías móviles. La alianza 5G en Barcelona va en esa dirección.

Hace pocos días presentaron la iniciativa para liderar un laboratorio de innovación europeo.

Estamos creando 5G Barcelona para tener una posición de liderazgo. Tenemos el congreso y la capitalidad del móvil, tenemos empresas tractoras en el sector de la automoción, de la salud y del entretenimiento que están implicadas para hacer proyectos de referencia.

¿La candidatura tiene posibilidades frente a sus competidores?

Muchas. Siempre que ha habido disrupciones tecnológicas se han generado oportunidades para los territorios. Ahí está Silicon Valley, pero cuando ha habido la revolución de la ciberseguridad, las empresas líderes son las de Israel. En el tema de internet de las cosas y los sensores, China estaba desaparecida del sector hace unos años y ahora está liderando la fabricación.

¿Se llega a tiempo entonces o ya es tarde?

La revolución del 5G es como el Dakar, la primera etapa es importante, pero lo importante viene después. Aunque los asiáticos y los americanos ya han empezado, no hay nada escrito sobre quién liderará el impulso del 5G en el mundo. En otros sitios están orientados a la parte tecnológica, pero no se está viendo la oportunidad de los servicios, que es donde realmente tiene impacto y retorno. El que lo demuestre antes en ámbitos como la automoción, la salud y el entretenimiento conseguirá el liderazgo.

La candidatura busca captar fondos europeos. ¿Se podría realizar igualmente sin ellos?

Ya estamos en 22 de los 37 proyectos de investigación de la Comisión Europea. Queremos y podemos tener más, pero no lo condicionaremos a las decisiones de Bruselas. Las cosas en este momento hay que hacerlas de otra manera, con anticipación y colaboración, trabajando en red con las ideas claras.

Pero el liderazgo del 5G se presenta como una lucha...

La forma de triunfar en este nuevo entorno es trabajar en red. No podemos liderar el tema del 5G en Europa si no trabajamos juntos con Berlín, Madrid o Málaga. Nuestro nudo dentro del hub tiene que ser el más grande y liderar, pero es necesario trabajar coordinados.

El ecosistema aparecido alrededor del Mobile en Barcelona es muy diverso. ¿El 5G es una manera de especializarse y dejar de abarcarlo todo y nada a la vez?

Tenemos un clúster de ecommerce muy potente con empresas de bandera que son referentes internacionales. Tenemos un proyecto llevado con mucha discreción por Mateo Valero, el Centro Nacional de Supercomputación, que es de los mejores centros de investigación de Europa. Nos cuesta creernos un poco todo lo que hacemos.

En el 2024, por lo tanto, ¿Barcelona será una ciudad líder en 5G y continuará acogiendo el Mobile World Congress?

Sí. Quedan años por delante. En dos o tres años tocará volver a negociar la continuidad. ¿Por qué no para siempre?

¿Tendremos alguna novedad en el salón de este año?

Esperamos hacer anuncios importantes relacionados con el 5G durante el congreso. Como dicen los americanos, stay tuned, manteneos a la escucha porque pasarán cosas. Se dan todas las situaciones de contexto para que sucedan grandes ­cosas.

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