"Vas para mejorar un idioma y mejoras como persona"

30 años del Programa Erasmus: el ingeniero industrial Oriol Rojals y la ingeniera informática Laura Carrio, alumni de la UPC comparten su experiencia de movilidad.

Es la primera vez que se ven, pero se reconocen inmediatamente. Identifican en la mirada del otro sus propias experiencias y sensaciones: los nervios y el choque cultural del primer día, las dudas previas, la timidez o la inseguridad por una lengua que no se domina, pero también la ilusión por aprender, por traspasar fronteras y límites personales, por conocer nuevas culturas y personas. Oriol Rojals y Laura Carrio han sido estudiantes de Erasmus con casi 20 años de diferencia, pero coinciden sin dudarlo: "Ha sido la mejor experiencia de mi vida."

Después de titularse en Ingeniería Industrial por la ETSEIB, Oriol hizo, en 1998, el proyecto de fin de carrera en la Luleå University of Technology (Suecia), "el lugar más alejado posible de casa", reconoce. "El frío y la nieve no me daban miedo. El choque cultural, sin embargo, ya lo experimenté el primer día: los suecos organizaron una barbacoa a pesar de la lluvia. No entendía nada". Casualmente, Laura, ingeniera informática por la FIB, también afrontó el primer día de Erasmus, en la IT University of Copenhagen (Dinamarca), con una barbacoa. "No entendía casi nada de lo que decían porque había muchos ingleses y americanos y hablaban muy rápido". Los dos admiten, sin embargo, que la inmersión es casi inmediata: "Todo el mundo tiene empatía contigo y los compañeros de Erasmus también están en un país y con personas desconocidas, pero tienen ganas de conocer gente, son amables y te ayudan a integrarte".

"Te hace crecer y abrir la mente a otras culturas y formas de pensar".

Laura y Oriol no comparten profesión ni generación, pero congenian en muchos aspectos. Aseguran que la experiencia de los Erasmus une. "Después de 20 años, todavía tengo amigos en muchos países y nos seguimos viendo", confiesa Oriol. Tanto por los beneficios en el ámbito profesional y académico como en el personal, Oriol cree que "todo el mundo debería vivir una experiencia académica o profesional internacional porque te hace crecer y abrir la mente a otras culturas y formas de pensar". "Te rompe los esquemas", añade Laura. "Estamos acostumbrados a unas formas de trabajar y aprendes que muchas otras ideas y otros pareceres son posibles". Laura reconoce que volvió cambiada, identifica en sí misma valores nuevos o reforzados: "Iba para mejorar un idioma, pero mejoré como persona". En este sentido, ambos opinan que la experiencia incide en la capacidad de adaptación a diferentes contextos y "eso no sólo es beneficioso para la vida personal, sino también para la profesional", puntualiza Laura.

Con respecto al aprendizaje más puramente académico, tanto Oriol como Laura sacaron provecho de la experiencia. Los buenos resultados lo corroboran. Coinciden en que "la relación con los profesores de las universidades fue muy buena" y Laura añade que la "ayudaron en todo tanto desde la UPC como desde la IT University of Copenhagen. Todo me lo pusieron fácil".

En ese sentido, sin embargo, Oriol remarca que "se deberían destinar más recursos económicos para facilitar el acceso a un mayor número de estudiantes. Desde que yo lo hice, no se ha mejorado en ese aspecto". En su opinión, la relevancia de participar en este programa de movilidad es evidente, porque "siempre me han interesado las diferencias culturales y la estancia me permitió ampliar conocimientos en este sentido". Este bagaje cultural todavía le es útil para su cargo de director internacional en King-eClient y recuerda que, además, "el proyecto de fin de carrera me sirvió para afianzar mi futuro profesional, para decidirme por la consultoría".

Laura, que se define como una persona muy disciplinada y exigente con ella misma, admite que "la estancia me ayudó a relajarme, a no autopresionarme tanto". El proyecto de fin de grado le costó un poco más que las asignaturas, pero agradece que su hermano la acabara de convencer a realizar la experiencia académica de movilidad. "Él no lo hizo y se arrepiente de ello". Sus padres, sin embargo, no tenían claro que la estancia fuese para estudiar, pero "siempre han tenido confianza en mí y al final se dieron cuenta que lo aproveché". En realidad, encontró trabajo sólo un mes después de volver de la estancia. Accenture la entrevistó en el marco del Networking Talent Day, el espacio de oportunidades laborales para titulados de la UPC organizado por UPC Alumni abrir el enlace en ventana nueva, y les interesó los conocimientos y el bagaje internacional que tenía.

 

30 años de Erasmus

Erasmus +, creado en 1987 como programa Erasmus, proporciona a los estudiantes universitarios una oportunidad para completar su formación superior en países de la Unión Europea. En los últimos 10 años, casi 9.500 estudiantes de la UPC han participado en este programa de movilidad, que este año celebra su trigésimo aniversario, y unos 7.500 estudiantes procedentes de otros países europeos han realizado una estancia en la UPC en el marco de este programa. Cada curso académico más de 1.000 estudiantes de la UPC participan en estas estancias internacionales. Los destinos más habituales son universidades de Francia, Italia y Alemania.

 

En el marco del trenta aniversario del programa, Erasmus + ha recogido en un video el testimonio de estudiantes, profesores y coordinadores de todo el mundo que han participado en este programa de movilidad. Lo puedes ver en UPCtv.

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